Durante el proceso de desarrollo de una nueva fuente de alimentación eléctrica realizamos una serie de pruebas, ensayos y análisis destinados a garantizar un rendimiento óptimo y fiable al largo plazo.
En este contexto, utilizamos los análisis modales de fallos y efectos (AMFE), una eficaz metodología que facilita la identificación sistemática de problemas potenciales en la fase de diseño mediante el análisis de los efectos de modos de fallo de baja intensidad. En base a los resultados de los análisis se introducen los cambios oportunos para eliminar o minimizar las tasas de fallos sobre el terreno. En el caso de aplicaciones muy críticas pueden introducirse medidas compensatorias —por ejemplo la redundancia en sistemas críticos—a fin de aumentar la tolerancia a fallos de cada componente.
En todo proceso de conversión de potencia se generan pérdidas, pero estas pueden reducirse al máximo mediante el diseño apropiado de la circuitería. No obstante ello, en determinados componentes o materiales aislantes pueden aparecer puntos críticos que pueden tener efectos negativos sobre el rendimiento, la seguridad y la vida útil prevista del producto final. Por ello, inspeccionamos meticulosamente todos nuestros productos mediante ensayos térmicos detallados (DTT) en los que monitorizamos simultáneamente más de cincuenta componentes en diferentes condiciones de servicio.
Para comprobar la fiabilidad de los productos de nueva construcción llevamos a cabo ensayos de vida altamente acelerada (HALT), en los que ponemos a prueba nuestros límites de trabajo y los límites de destrucción del equipo en cuestión. En los ensayos HALT los productos se someten a cargas que van mucho más allá de sus especificaciones de diseño. Esto permite a nuestros ingenieros detectar puntos débiles e introducir las mejoras necesarias, aumentar la resistencia del producto y reforzar la confianza del cliente desde el mismo momento en que se empieza a desarrollar el prototipo.
Para garantizar la resistencia mecánica de nuestros productos dentro de la aplicación prevista, los productos de nueva construcción se someten regularmente a ensayos de vibración mecánica (MVT). Por lo general, las fuentes de alimentación se someten en sus cuatro ejes a las aceleraciones sinusoidales, aleatorias y de choque que se consideren necesarias para la aplicación.
En base a las tasas de fallos estadísticas de cada componente, calculamos el tiempo medio entre fallos (MTBF) de nuestros productos. Estos cálculos MTBF se realizan partiendo de las condiciones de servicio previstas para el producto dentro de la aplicación. El intervalo de tiempo prefijado entre fallos inherentes durante el funcionamiento permite observar a fondo el diseño y la calidad de los componentes de la fuente de alimentación.
Como corresponde a un fabricante líder en el mundo como Traco Power Solutions Ltd., disponemos de equipos de ensayo totalmente automatizados que garantizan la fiabilidad y el rendimiento constante del producto acabado. Todos los productos se someten a pruebas integrales de funcionamiento y de burn-in.
Para comprobar la compatibilidad electromagnética (CEM) realizamos todos los tests pertinentes y confeccionamos los informes de ensayo correspondientes.
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